El guardameta holandés Tim Krul entró sorpresivamente al minuto 120 del encuentro entre Holanda y Costa Rica con un solo propósito: desestabilizar a los rivales durante la tanda de penales — un deber que aceptó con seriedad. Desde las gradas fue evidente que antes de cada cobró, Krul se acercó a los cobradores para hablarles y desconcentrarlos.
“No hice nada loco, sólo les dije que sabía a donde tirarían, que los había estudiado, fue lo que hice, y como dije antes, tuve la oportunidad de parar dos penaltis,” comentó el arquero en una rueda de prensa este domingo.
El jugador del Newcastle adivinó la dirección de todos los cobros del otro equipo, y atajó dos de ellos, dandole así la victoria a su selección — y mucho crédito al director técnico Louis van Gaal, artífice de la extraña movida en los minutos finales.
“El entrenador de porteros me dijo antes del juego que si no hacían el tercer cambio la posibilidad estaría ahí para usarme en la serie de penales. Obviamente todo el juego lo estuve viendo con un sentimiento diferente, porque sabía que existía la posibilidad de estar ahí,” relató Krul.