De entrada, se intuía que en un Mundial jugado en la llamada tierra del fútbol tenía que hacerse historia — pero pocos hubieran adivinado que sería de esta manera. Con un guión más de novela que de un partido de semifinales, la selección de Brasil sufrió este martes la peor derrota en su historia, cayendo derrotada por 7-1 ante su similar de Alemania en un encuentro que seguramente pasará a los libros del fútbol.
Y para tal acontecimiento ya comienza a surgir un nombre: el Mineirazo. No había pasado media hora cuándo ya comenzaban a rondar por las redes sociales fotos de gente abandonando el Estadio Mineirao de Belo Horizonte. Antes de que finalizara el primer tiempo ya se escuchaban abucheos en la cálida tarde brasilera. El público atacaba a su propio equipo. Brasil ya estaba abajo por 5-0.
Thomas Muller abrió el marcador con una definición fácil dentro del área, aprovechando un error de la defensa brasileña en un tiro de esquina cuando tan solo iban 11 minutos de juego. Y la presión fue demasiada. El cambio se notó inmediatamente en una verdeamarela que comenzó a perder intensidad y cuyo nivel de posesión, superior en los primeros minutos de juego, se comenzó a diluir.
Entonces empezó la pesadilla. Al minuto 23′ Miroslav Klose marcó el segundo, superando completamente el récord de Ronaldo y estableciendose — casi de manera simbólica — como maximo goleador absoluto en la historia de los Mundiales. Un minuto más tarde Kroos marcó el tercero. Y dos minutos después, el mediocampista repitió para poner el 4-0. Era el minuto 29′ apenas cuando Sami Khedira estaba marcando el quinto tanto para la Mannschaft.
La defensa brasilera era un colador, y los errores en el mediocampo no ayudaban. David Luiz, con la banda de capitán en la ausencia de Thiago Silva, demostró una vez más que es muchísimo mejor con alguien al lado para orientarlo en sus movimientos, y que a pesar de ser un gran complemento defensivo, no es un buen líder en ese sector. Dante, quien entró por el usual capitán, estuvo deficiente — y los errores de Fernandinho costaron más de un gol.
En el segundo tiempo Alemania se relajó, y el director técnico Joachim Low sacó a Hummels, Klose y Khedira para guardarlos para la final. Sin embargo, esto no evitó que los teutones marcaran dos más — de hecho, fue Andre Schurrle, quien había entrado en calidad de suplente, quien anotó los dos tantos que pusieron el 7-0 en el marcador. Oscar, finalmente descontó para el anfitrión en el minuto 90′. Poca consolación.
Con este resultado se quiebra la ilusión de una nación anfitriona que soñaba con arreglar en casa los fallos del pasado. Por su parte, los alemanes, favoritos desde el primer día, emergen aún más fuertes como candidatos para el título y se aseguran su paso a la gran final.
