
1987 era el año, 31 de octubre el día y 120 el minuto de partido que inscribió a Diego Aguirre en la historia.
Parecía no haber por donde, el empate a cero le daba el título de Copa Libertadores al América de Calí y “La Fiera”, como es conocido Aguirre, hizo estallar de emoción a los aficionados de Peñarol en Santiago y a los que veían por televisión o escuchaban por radio el partido ¡Peñarol campeón de América en el último suspiro!
“Mi vida está ligada a Peñarol desde siempre; como jugador me marcó muchísimo y volver como entrenador, salir campeón en el 2003 y 2010 fue algo increíble”, dice el ahora entrenador y autor de uno de los goles más importantes en la historia del fútbol sudamericano.
Con experiencia en Europa, Brasil, Argentina, Chile y El Salvador, el nacido en Montevideo recuerda ese día como “algo extraordinario, algo que marcó mi vida y hubo un antes y un después luego de ese 31 de octubre de 1987”.
Tras su paso por Europa, Aguirre habla desde su experiencia y dice que “fue bueno salir por primera vez; no fue fácil pero toda experiencia suma y pude estar en grandes equipos; me tocó defender camisetas importantes con historia”
“Los cambios siempre cuestan al comienzo, sobre todo las diferencias en entrenamientos, intensidades… Eso lleva una adaptación y en general al jugador sudamericano le cuesta ponerse en las mismas condiciones que el jugador europeo”, afirmó.
Tras las asertivas preguntas de Jorge Da Silveira, miembro del equipo mundialista de FDP Radio, el estratega advirtió “que cada vez más las diferencias económicas se marcan y los equipos europeos se llevan a las figuras”.
Por último y tras quedar libre luego de su experiencia el Al-Rayyan de Catar, Aguirre dijo sentirse seducido por la idea de entrenar algún día en la MLS.
“Estados Unidos es un país maravilloso, he tenido alguna oportunidad pero no se ha concretado, los jugadores que han llegado hace que sea un mercado muy atractivo pero también desde el aspecto familiar se vive muy bien”, finalizó.